La terapia de grupo es un espacio vivo, cálido y humano donde puedes crecer, compartir y darte cuenta de ti en relación con los demás. Un lugar seguro para explorar tus emociones, sanar heridas y descubrir nuevas formas de estar en el mundo.

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Muchas de las dificultades que vivimos aparecen en la relación con los otros: con la pareja, la familia, los amigos, el trabajo… En el grupo, esas relaciones se vuelven un espejo. Puedes verte reflejado, reconocer tus patrones y ensayar nuevas maneras de vincularte, más auténticas y saludables para ti.

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Lo que sucede a una persona dentro del grupo resuena en las demás. Cada intervención, cada emoción compartida, puede tocar algo interno en ti que estaba esperando ser visto, atendido. Y en ese movimiento conjunto —cuando te ves en el otro y el otro se ve en ti— surge algo profundamente transformador.

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La terapia de grupo no solo te ayuda a comprenderte mejor, sino también a abrirte a los demás desde un lugar más consciente y humano.

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